lunes, 21 de mayo de 2012

EL TUÉTANO DE LA CRISIS


(ASUNTOS PENDIENTES DE LA TRANSICIÓN)

La raíz de la actual crisis que padecemos en España está mucho más profunda de lo que se percibe a simple vista, quedarse en lo superfluo no favorece la salida de la misma, a pocos partidos y políticos les interesan ahondar en las razones y por ello no han sabido o querido diagnosticar la gravedad y alcance de la crisis en España.



La Transición en nuestra nación fue una transición hacia un Sistema Democrático, en ese aspecto es modélica y cumplió su objetivo, pero había que completar ese trabajo hasta lograr una España moderna en lo social, económico y político, para que ese Sistema Democrático se transformara en una Democracia. Creo que la ejemplar tarea iniciada no ha tenido la misma brillantez en su desarrollo. ¿En qué grado se ha conseguido? ¿Se ha cerrado mal todo ese proceso y es ahí dónde radica la gravedad de la actual crisis que sufrimos en España? Cada cual tendrá su opinión, ahora están saliendo a flote todas las carencias, si hoy en día tuviéramos una Democracia mejor construida a todos los niveles no habríamos alcanzado la situación actual.

En lo político. La Partitocracia y sobre todo el Bipartidismo ha fomentado una Democracia de baja calidad, mantener el poder a toda costa se convirtió en una maquiavélica consigna bajo la premisa “del fin justifica los medios”, y para ello se debía instaurar una dictadura de lo políticamente correcto. La división de poderes es aún muy deficiente, los controles democráticos son dependientes y no ejercen su labor con la debida independencia, legitimidad y autoriadad.

En lo económico. Un sistema financiero obsoleto que poco ha cambiado desde entonces, una banca especulativa y usurera en vez de empresaria. Una administración que se autoalimenta, excesivamente burocratizada y normatizada, de espaldas al ciudadano y al sector empresarial más emprendedor. El devenir del Estado de las Autonomías quizás sea el principal fracaso del desarrollo constitucional, unas Autonomías en pugna con el Estado, acaparadoras de excesivas competencias y generadoras de un déficit excesivo.

En lo social. El Sistema Educativo no ha contribuido como debiera en formar a los ciudadanos en valores democráticos, en la participación y la implicación en los asuntos públicos. De resultas de lo anterior, gran parte de la sociedad civil ha crecido sin músculo y dependiente del poder político. La ausencia de los mejores, la fobia por la excelencia, la mediocridad se ha instalado a casi todos los niveles.

Nuestra Constitución tenía (y tiene) la virtud de dejar abierto su desarrollo, se pretendía instaurar un Sistema Democrático con la noble intención de traer un largo periodo de Democracia a nuestra nación. Poco duró aquella concordia, aquella amplitud de miras, aquellos objetivos comunes, la transición de la instauración de un Sistema Democrático (en lo político) hacia una Democracia (en lo social) no se ha logrado, ahora toca emprender ese trabajo a marchas forzadas y con una cruda realidad económica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario