viernes, 19 de octubre de 2012

Del contentar-contener al recortar y sostenella.


Del contentar-contener al recortar y sostenella.

En situaciones de crisis se cuestionan los valores, se pondera lo que realmente tiene valor, se mide la importancia de aspectos que antes pasaban desapercibidos o que estaban en un plano inferior.
Lo público, lo que concierne a todos, lo comunitario, ha sufrido durante años un menoscabo importante, a muy pocos importaba e interesaba. La labor política abandonaba el interés general por el interés personal y partidista, de ahí la corrupción generalizada que se conoce (dejemos a un lado la que aún sigue oculta bajo las piedras). En esa espiral de degeneración tanto ciudadanos como políticos han pisoteado las formas y, en ocasiones, las normas básicas de convivencia democrática.
La regla de juego ha sido el contentar-contener, no importaba si se aceptaba la maquiavélica fórmula de “el fin justifica los medios”; el sentido común, la sensatez e incluso la prudencia se ha abandonado bajo la premisa de lo “políticamente correcto”. El todo vale, postergando los problemas, ha llevado a engrosar la bola de nieve que ahora nos aplasta y que no deja de crecer llevándose a su paso el “estado del bienestar” y las conquistas sociales que nuestra democracia liberal europea ha logrado.

Ahora se nos intenta convencer que todo ha sido inevitable, que la coyuntura internacional de la crisis se ha cebado en nuestro país, que las medidas que se toman son necesarias y únicas, que no hay alternativa, que no hay que buscar responsables. Nadie entona el “mea culpa” de la parte alícuota que le corresponde.
Negar que exista otro camino de salida a la crisis es negar la capacidad humana de cambiar su realidad. Siempre existe una alternativa, pero parte inexorablemente de una adecuada lectura de la realidad, del reconocimiento de los errores y defectos, de la valentía para afrontar los cambios y de la adopción de medidas necesarias; cambiarlo todo para no cambiar nada nos lleva a la debacle.
El esfuerzo, el conocimiento, la imaginación son los factores del éxito en las situaciones críticas. Únicamente la política de recortes, que está llevando a cabo el gobierno del PP coreado por algunos socios de la Unión Europea, no nos llevará a la senda de progreso, tampoco era aceptable la inacción del gobierno del PSOE. Se precisan valientes medidas de estímulo y la creación de nuevos modelos económicos-administrativos que fomenten la economía productiva hacia el crecimiento y la generación de empleo.
¿Porqué no se intenta otra vía política de salida a la crisis? Desde mi punto de vista es evidente, se desea mantener el establishment, la Partitocracia que PSOE&PP quieren perpetuar impide que nada productivo crezca bajo la tierra donde ellos pisen. “Sosteneya y no enmendalla” parece ser la proclama, hacer de España un país moderno, con unas instituciones verdaderamente democráticas e independientes, con una división de poderes plena, con una ciudadanía dinámica, con una firme apuesta por una fuerte Sociedad Civil; no parece estar en la mente de los dirigentes de los dos partidos mayoritarios.
Y como “al perro flaco ...”, nos crecen los enanos y los especuladores (extranjeros y nacionales) intentan sacar partido de la situación española. La falta de un liderazgo político, de un mínimo consenso, de una apuesta por el fortalecimiento de la estructura del Estado, están debilitando nuestra posición. Dejar en manos de los socios europeos nuestra responsabilidades es un suicidio.
Personalmente creo que debemos ser los ciudadanos los que marquemos el rumbo hacia la recuperación (en el más amplio sentido). Si, como suele decirse, “todos los políticos son iguales” es en buena medida porque “todos los ciudadanos somos iguales”. Una ciudadanía crítica y dinámica es imprescindible para salir del atolladero en el que la Partitocracia nos ha metido.