domingo, 1 de julio de 2012

JUVENTUD, INDIGNO FUTURO


 “Juventud, indigno futuro/ ¡ya se van para no volver!” Utilizando una personal adaptación de la “Canción de Otoño en Primavera” de Rubén Darío podría resumirse la actual realidad de gran parte de la juventud española.

El negro panorama de nuestra juventud es el fracaso de nuestra sociedad, de nuestro sistema educativo, político, económico, … es fácil culparles de todo, tan fácil como decir que es la juventud más preparada de nuestra historia, como si con ello todo se excusara, hemos pasado de los JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados) a los Ni-Ni (Ni estudian Ni trabajan). El paro juvenil ha sido históricamente muy alto en nuestra nación, ahora en unos niveles inadmisibles para cualquier sociedad occidental, la FP (Formación Profesional) ha sido desastrosa y no ha concectado con el mercado laboral y empresarial, la Universidad se ha convertido en un gigantesco monstruo burocrático donde se no se premia debidamente la creatividad, innovación y espíritu emprendedor.
¿Son nuestro jóvenes malos trabajadores? Indudablemente, no. en la época de la emigración a Europa, aquellos jóvenes, fueron la principal fuente de mano de obra de numerosos países, gracias a ellos prosperaron y crecieron. Esos trabajadores estaban bien considerados por su esfuerzo y buen hacer, quizá el problema resida aún en España, no hemos tenido ni tan buenos empresarios ni directivos, ni tan buen clima laboral que propicie la productividad de nuestros trabajadores.
Lejos de las estadísticas oficiales sobre emigración juvenil española por motivos laborales a otros países, está la cruda realidad, en casi todas las familias existe un caso cercano de joven familiar que está trabajando fuera de España o de su entorno familiar, y lo que es aún peor, sin perspectivas de retorno. No es intrínsecamente malo que se emigre, lo lamentable es que nuestra jóvenes emprendedores y bien formados, tras su periodo de formación no reviertan sus conocimientos e innovación en España, que no se tenga ilusión por el regreso ante un futuro cada vez más negro, y que no seamos capaces de cambiar esta situación a medio plazo. Hace poco leí un comentario sarcástico que decía que las salidas profesionales en España son por tierra, mar y aire, lamentablemente cierto.
Tanto PSOE como PP, en sus correspondientes partes alícuotas, son responsables de esta situación, de no saber adaptar las estructuras a una sociedad moderna que sea capaz de generar empleo, de no crear unas sólidas bases empresariales y administrativas para absorber la demanda juvenil de empleo. No caben excusas, son muchos años y muchos gobiernos de ambos que han pasado y no han sabido corregir los inasumibles números de la lacra del paro juvenil.
La única objeción que se les puede hacer a nuestra juventud es su escasa implicación, el compromiso por cambiar las cosas desde dentro, luchando por mejorar su sociedad y su entorno siendo protagonistas del cambio. Quizá tampoco los mayores les hayamos educado en la lucha, en valorar lo conquistado, en recordarles que todo se consigue con esfuerzo, que no siempre las cosas estuvieron como ahora, que hubo tiempos difíciles y que las situaciones en la vida son reversibles, que todo es susceptible de mejorar y de empeorar, que lo social y lo público es importante.
Creo que sólo podremos salir de esta situación si se cuenta con el compromiso de los jóvenes, de que lideren el cambio, de que sean inteligentes y sepan presionar a todos los niveles, de que ejerzan su derecho a la participación y la protesta de un modo democrático pero efectivo, en definitiva, de que no sigan permitiendo que se les engañen más.