“Juventud, indigno
futuro/ ¡ya se van para no volver!” Utilizando una personal
adaptación de la “Canción de Otoño en Primavera” de Rubén
Darío podría resumirse la actual realidad de gran parte de la
juventud española.
El negro panorama
de nuestra juventud es el fracaso de nuestra sociedad, de nuestro
sistema educativo, político, económico, … es fácil culparles
de todo, tan fácil como decir que es la juventud más preparada de
nuestra historia, como si con ello todo se excusara, hemos pasado
de los JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados) a los Ni-Ni (Ni
estudian Ni trabajan). El paro juvenil ha sido históricamente
muy alto en nuestra nación, ahora en unos niveles inadmisibles para
cualquier sociedad occidental, la FP (Formación Profesional) ha sido
desastrosa y no ha concectado con el mercado laboral y empresarial,
la Universidad se ha convertido en un gigantesco monstruo burocrático
donde se no se premia debidamente la creatividad, innovación y
espíritu emprendedor.
¿Son nuestro
jóvenes malos trabajadores? Indudablemente, no. en la época de
la emigración a Europa, aquellos jóvenes, fueron la principal
fuente de mano de obra de numerosos países, gracias a ellos
prosperaron y crecieron. Esos trabajadores estaban bien considerados
por su esfuerzo y buen hacer, quizá el problema resida aún en
España, no hemos tenido ni tan buenos empresarios ni directivos, ni
tan buen clima laboral que propicie la productividad de nuestros
trabajadores.
Lejos de las
estadísticas oficiales sobre emigración juvenil española por
motivos laborales a otros países, está la cruda realidad, en
casi todas las familias existe un caso cercano de joven familiar que
está trabajando fuera de España o de su entorno familiar, y lo que
es aún peor, sin perspectivas de retorno. No es intrínsecamente
malo que se emigre, lo lamentable es que nuestra jóvenes
emprendedores y bien formados, tras su periodo de formación no
reviertan sus conocimientos e innovación en España, que no se tenga
ilusión por el regreso ante un futuro cada vez más negro, y que no
seamos capaces de cambiar esta situación a medio plazo. Hace poco
leí un comentario sarcástico que decía que las salidas
profesionales en España son por tierra, mar y aire, lamentablemente
cierto.
Tanto PSOE como PP,
en sus correspondientes partes alícuotas, son responsables de
esta situación, de no saber adaptar las estructuras a una
sociedad moderna que sea capaz de generar empleo, de no crear unas
sólidas bases empresariales y administrativas para absorber la
demanda juvenil de empleo. No caben excusas, son muchos años y
muchos gobiernos de ambos que han pasado y no han sabido corregir los
inasumibles números de la lacra del paro juvenil.
La única objeción
que se les puede hacer a nuestra juventud es su escasa implicación,
el compromiso por cambiar las cosas desde dentro, luchando por
mejorar su sociedad y su entorno siendo protagonistas del cambio.
Quizá tampoco los mayores les hayamos educado en la lucha, en
valorar lo conquistado, en recordarles que todo se consigue con
esfuerzo, que no siempre las cosas estuvieron como ahora, que hubo
tiempos difíciles y que las situaciones en la vida son reversibles,
que todo es susceptible de mejorar y de empeorar, que lo social y lo
público es importante.
Creo que sólo
podremos salir de esta situación si se cuenta con el compromiso de
los jóvenes, de que lideren el cambio, de que sean inteligentes
y sepan presionar a todos los niveles, de que ejerzan su derecho a la
participación y la protesta de un modo democrático pero efectivo,
en definitiva, de que no sigan permitiendo que se les engañen más.