martes, 31 de enero de 2012

HOY NO, ...MAÑANA

- ¿Pero cuándo?
- Hoy no ..., mañana.

El genial cómico José Mota nos sirve para actualizar, casi dos siglos después, ese pecado nacional que tan magistralmente reflejaba Mariano José de Larra en su artículo “vuelva usted mañana”.

Nuestro diccionario (DRAE) define el término “procrastinación” como “acción o efecto de procrastinar (aplazar)”, la santa Wikipedia nos dice que existen tres tipos: por evasión, cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso; por activación, cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más remedio que realizarla; y por indecisión, típico de las personas indecisas que intentan realizar la tarea pero se pierden en pensar la mejor manera de hacerlo sin llegar a tomar una decisión. La falta de motivación, la dificultad, la indecisión son las principales causas que llevan a postergar una tarea.

Enlazando todo ello con nuestra situación actual me asalta la pregunta siguiente: ¿Cuántos problemas de toda índole se hubieran solucionado en España si la pereza no actuara de forma tan determinante en nuestras actuaciones? En el ámbito político es indudable que la ineptitud y la procrastinación de políticos y gobiernos de aquí y allá, de blancos y de negros, ha agravado el estado de las cosas. ¿Cuántas veces han mirado para otro lado cuando se han atisbado los problemas por mero partidismo olvidando a los ciudadanos y el bien común? ¿Cuántos recortes se podrían evitar de haberse tomado decisiones a tiempo con simples reformas?

Me sigue alarmando que ante la situación actual no se tome “el toro por los cuernos”, se siga procrastinando por simple interés partidista o particular. Aunque es creciente la concienciación de los españoles de la gravedad y profundidad de esta crisis, aún existen actitudes políticas que no están a la altura de las circunstancias. Quizá Zapatero creyó que aplazando las decisiones España saldría de la crisis a rebalaje con aquello de los brotes verdes que viera en un algún bonsai, o tal vez Rajoy decidió suavizar y postergar algunas de las necesarias medidas con los ojos puestos en las electorales arenas andaluzas .

Procrastina, que algo quedará” parece ser el lema de algunos políticos. Son tiempos difíciles para todos, tiempos en los que hay que tomar decisiones duras, tiempos en los que hay que actuar, tiempos en los que hay que liderar, tiempos en los que hay que sumar voluntades y esfuerzos para estar más cerca de las buenas soluciones. Gobernar es decidir, y decidir con los ojos puestos en los ciudadanos y no en el interés partidista.

sábado, 21 de enero de 2012

NO CRECEMOS

No crecemos en lo demográfico.

En octubre del pasado año el Instituto Nacional de Estadística publicó el informe de la “Proyección de la Población de España a Corto Plazo 2011–2021”. El primer dato que salta a la vista es que el año 2011 es el primer año que hay un decrecimiento de la población, es decir, mueren más personas que nacen. Comienza así una tendencia de crecimiento vegetativo negativo y que viene disminuyendo desde 2008, y que iría en aumento (según la proyección) hasta 2012.

Otro dato significativo es que el flujo migratorio será negativo para ese horizonte temporal, serán más los emigrantes que los inmigrantes. Destacar también que la tasa de dependencia (entendida como el cociente, en tanto por ciento, entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) continuaría su tendencia creciente de los últimos años; o sea, que la cada español en edad de trabajar soportará una mayor carga.

Paralelamente comienza a extenderse la certidumbre de que por primera vez en muchas décadas las generaciones venideras heredaran un nivel de vida inferior al actual, de ahí la creciente emigración juvenil.


No crecemos en lo político. La opinión de la sociedad sobre el sistema político español está bajo mínimos. Siguiendo los datos aportados por los barómetros sociológicos y los indicadores del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) son determinantes.

La clase política y los partidos políticos se ha instalado como el tercer problema más importante en España, tras el paro y los problemas de índole económica. Cabe destacar que en este último año se ha alcanzado los máximos históricos. Los indicadores de confianza en el gobierno/oposición, de gestión del gobierno y del primer partido de la oposición están bajo mínimos.

Es evidente que se precisa una regeneración democrática a todos los niveles, la desafectación de los ciudadanos de lo público es alarmante. La corrupción política (conocida) está causando un gran descrédito de la Política y es el germen de graves problemas. El partidismo bipolar de PSOE y PP debe ser permeable a las propuestas de generación democrática, de empoderar a los ciudadanos frente al poder de los partidos.


No crecemos en lo económico. Huelgan los argumentos en materia económica, son sobradamente conocidos por todos. El sistema productivo español y las administraciones son manifiestamente deficientes para soportar el modelo de Estado de Bienestar que actualmente tenemos, es una larga y ardua tarea cambiar esas mastodónticas estructuras.


¿Podemos crecer? Somos capaces de crecer a todos los niveles, indudablemente. Con mucho esfuerzo, con sensatez, con honestidad, con inteligencia. Sin demagogias, sin sectarismos, sin mediocridades. Y sobre todo con LIDEREZGO, buscando el BIEN COMÚN y con POLÍTICA (con mayúsculas).


Manuel Monge Lorenzo