martes, 19 de octubre de 2010

UN HITO EN EL CAMINO


El Camino de Santiago siempre depara momentos únicos y auténticos, por más alejado que se encuentre de su razón de ser, a causa de su creciente popularidad y laicidad.

Son muchos los hitos físicos, los lugares que tienen un gran significado dentro de la ruta jacobea, pero aún más importantes son los hitos personales los acontecimientos que quedan en la intrahistoria del peregrino y que pasan a formar parte importante de sus viviencias; y todo Camino debe tener sus hitos siempre que se haga con un mínimo de espiritualidad.

Inesperadamente, en un cambio de rasante, tras un duro repecho en la bicicleta y alcanzando el alto de una colina donde se comenzaba a divisar un panorama abierto, llegaba a mi rostro una suave y confortable brisa acompañada de una especie de cántico. Tan sólo en unas décimas de segundos después se desvelo ese súbito misterio, cuatro personas ataviadas idénticamente con hábitos negros y pertrechados de sendas mochilas y bastones se divisaban como troquelados sobre el paisaje. Eran cuatro jóvenes, por la tonsura de sus cabezas cabe deducir que novicios de una desconocida orden, con un caminar raudo y entonando, ininterrumpidamente, una especie de salmos responsoriales en latín.

La escena me transportó inmediatamente a otro tiempo, aquel en el Camino de Santiago era una peregrinación cargada de religiosidad, además de dura y peligrosa; y sin las comodidades que hoy se disfrutan. Muchos eran los relatos, lecturas, imágenes, escritos, … que se me vinieron a la mente y relacionados con historias y sucesos del Camino, y ante todo a Aymeric Picaud y su esencial libro V del Códice Calixtino.

Presto a indagar sobre ellos me adelante por una senda paralela a la que seguían y bajar para intercambiar impresiones, aunque pronto me surgió la duda sobre si estarían haciendo voto de silencio; así que simplemente me dirigí al primero y le entregué una estampa de Nuestra Señora de Regla en consideración y como detalle hacia su fervoroso peregrinaje, retornando posteriormente a reemprender la ruta. Nada más montarme en la bicicleta me sorprendió una mano que me correspondía con una estampa de otra Virgen Negra, la Virgen de Guadalupe. Estaba impresa en Estados Unidos, Silver City (Nuevo Méjico), del Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, (todo ello en inglés), en su anverso una imagen de la Virgen de Guadalupe y en su reverso las palabras a Juan Diego en la aparición del 12 de Diciembre de 1531: “No temas esta enfermedad ni ninguna otra enfermedad, ni ansiedad ni dolor. ¿No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?

viernes, 8 de octubre de 2010

NOSOTROS LOS INDEPENDIENTES


Un artículo que reflexiona sobre la importancia de la independencia.



Ser independiente, ser imparcial, ser honesto, en definitiva, ser veraz, es una senda en la que sólo se adentran los valientes; una senda en la que “estrecha es la puerta y angosto el camino”.


La independencia en un país como el nuestro tan dado al maniqueísmo, a la confrontación, al exceso, es visto cuando menos como algo sospechoso. Al independiente no hay por donde hincarle el diente, es un plato que debe ser trinchado aunque no se sepa muy bien como hacerlo; no es de los nuestros ni de los de enfrente, el no poder ser etiquetado lo hace convertirse en “enemigo público” al que deba colgarse la etiqueta “¡Wanted, dead or alive!”, y bajo el riesgo cierto de linchamiento público. No nos llevemos a engaño, por lo general el independiente no goza de buena reputación, como cantaba George Brassens “en el mundo no hay mayor pecado que el de no seguir al abanderado”.


Asumir las cargas de la independencia proviene de una autoexigencia intelectual ante las manipulaciones y el extremismo, tiene un gran componente estoica. Pero el independiente no es un eremita, pretende intervenir en lo público, no se aísla del mundanal ruido, desea hacer oír su opinión y hacer valer su ejemplo, desea ante todo que la verdad sea dicha. Bien es cierto que la independencia requiere de una soledad buscada para lograr un necesario distanciamiento; y también de una soledad padecida, que se exhibe como herida de guerra.


Socavar la credibilidad y acallar la voz del independiente es la principal meta de sus enemigos, las palabras del independiente resuenan como un eco incansable y demoledor en sus consciencias; siempre hay lenguas prestas a las medias verdades y muchos más oídos dispuestos a creerse las medias mentiras, hacer caer la sombra de la duda sobre el independiente es la más reconocida estrategia para minar su labor.


Una trayectoria coherente es la mejor carta de presentación del independiente, es el signo evidente de su autenticidad, asentada sobre un apego y vocación natural por la verdad; es ese “fondo insobornable” que comentaba Ortega y Gasset.


El papel del independiente es importante y necesario, dejando aparte su valoración y relevancia, es una referente claro, es un reactivo ante el extremismo, un elemento de catarsis social hacia la moderación y el virtuoso “término medio”. Para visualizar su labor cabe traer la anécdota de Diógenes con Alejandro Magno interpretándola de un modo metafórico: Alejandro estaba interesado en conocer a Diógenes y un buen día le preguntó si podía hacer algo por él; Diógenes le respondió “sí, tan sólo que te apartes, me tapas el sol”.

martes, 22 de junio de 2010

¿CRISIS? ¿QUÉ CRISIS?

Una visión personal de la crisis, desde lo global, pasando por lo nacional a lo local.

I. Una visión global.

No esta mal traer el título del famoso disco de Supertramp, ¿a qué crisis nos enfrentamos?, o incluso cabría preguntarse ¿se trata de una crisis o de un cambio de época? La convulsión en la que están inmersas nuestras sociedades desarrolladas por causa de la crisis económica-financiera, y que parece que aún no ha tocado fondo, no favorece en nada la reflexión antes apuntada, aprovecho para esbozar algunos aspectos que estimo importantes.

¿Estamos sólo frente a una fase depresiva de un ciclo económico (expansión-depresión)? Creo que no, más bien puede tratarse de una consecuencia, parto de la premisa que estamos ante un cambio de época (premisa de base), nos hemos dado de bruces con una revolución silenciosa “la globalización”. Hasta ahora los cambios operados por la globalización habían sido más evidentes en lo social, en lo cultural, en lo educativo, … pero dicha revolución ha dejado de ser silenciosa al llegar a la economía, la globalización ha aporreado las puertas de nuestros hogares. La dicotomía global-local (glocal) es evidente y su impacto debe tenerse muy en cuenta en la nueva situación no debe obviarse.

Las estructuras y enfoques occidentales en la actual situación parecen quedarse obsoletos y muy constreñidos ante la magnitud del cambio, se hace patente la necesidad de una nueva actitud y aptitud que parta de la imaginación; son imprescindibles plantear nuevos escenarios, nuevas ideas, nuevos planes, no se puede pretender una futura sostenibilidad-progreso-crecimiento bajo unos paradigmas desfasados.



Mientras tanto, partiendo de la premisa de base, el proceso de migración hacia una nueva época será largo y probablemente azaroso, la interdependencia e interrelación de los gobiernos nacionales y de los países en esta nueva época es (o debería ser) un factor de cohesión crucial para el necesario consenso.

Dependiendo del grado de imaginación y de esfuerzo en diseñar nuevas estructuras, de la vanlentía de los gobiernos y de la capacidad de liderazgo, podremos vislumbrar una salida consistente de la actual "crisis".